controlar la ansiedad

4 hábitos recomendables para controlar la ansiedad

Aprender a controlar la ansiedad ante cualquier situación de tensión o estrés, contribuye a dar una respuesta más flexible y adaptable ante circunstancias que puedan originar cambios en la vida. Se trata de un mecanismo defensivo, de supervivencia, que el organismo pone en marcha ante situaciones de peligro. El problema surge cuando este proceso se descontrola, por diversos motivos.

Los acúfenos pueden tener causas físicas, pero también formar parte de los síntomas de ansiedad. El 80% de las personas que los sufren, se obsesionan con los ruidos, tanto por el rechazo a escucharlos como por la preocupación de perder capacidad auditiva, o no curarse.

4 hábitos para reducir la ansiedad

Una buena noticia es que estos síntomas pueden atenuarse. Si se adoptan algunos hábitos para la ansiedad, que nos ayuden a controlar las emociones sin reprimirlas, y cambiar de rutinas, es posible mejorar la calidad de vida, en todos los sentidos.

1. Aprender a respirar.

Al sufrir ansiedad, se limita la capacidad pulmonar realizando respiraciones superficiales, con lo cual, se restringe el oxígeno que llega al cerebro y eso, incrementa la sensación de angustia.

Aprender a respirar profundamente, comenzando a llenar los pulmones, lentamente, desde el diafragma, distensiona los músculos torácicos, así como aumenta la cantidad de oxígeno que llega al cerebro para ayudar a calmar la agitación. Es un método excelente para tranquilizarse.

2. Practicar alguna técnica de relajación o meditación.

Meditar durante unos minutos al día activa la conciencia sobre los procesos físicos y psicológicos. Está comprobado que se producen cambios beneficiosos en el cerebro de las personas que practican alguna técnica de meditación.

Se puede meditar sentado, tumbado, o ejecutando algún ejercicio de yoga o taichi, que son actividades enfocadas a sosegar la mente y relajarse, en movimiento. Según las preferencias personales, se puede practicar al despertarse, o antes de ir a dormir. Aunque cualquier momento del día puede ser bueno si nos permite gestionar adecuadamente situaciones de estrés y tensión.

3. Alimentarse bien.

El cuerpo necesita nutrirse para estar sanos. El estado de salud corporal afecta directamente al estado de ánimo, y viceversa. No se trata de comer mucho ni poco, sino de tomar los nutrientes que necesite el organismo de forma equilibrada, incluyendo agua en cantidad suficiente.

Se recomienda tomar alimentos que contengan vitamina C, las del grupo B, y omega 3, ya que se relacionan con el estado de ánimo y una buena salud mental.

Algunos ejemplos podrían ser:

  • frutas, como fresas, naranjas, aguacates o plátanos.
  • verduras como espinacas, tomates o espárragos.
  • pescado azul.
  • frutos secos, como nueces o almendras.

4. Aprender a cambiar la perspectiva personal.

Cuando se está inmerso en un problema, ser conscientes del mismo puede suponer todo un desafío. En realidad, los obstáculos generan retos para poder crecer internamente.

En primer lugar, hay que aceptar lo que sucede, no intentar huir, realizar un examen de pros y contras de la circunstancia. Si no se encuentra nada en positivo, tal vez el enfoque sea demasiado rígido, ya que siempre existen soluciones.

Al activarse una comprensión más profunda, se pueden interpretar las cosas desde otro punto de vista, más positivo, flexible, y menos perjudicial.

Por último, se puede encontrar la capacidad para disfrutar de cada momento de la vida, en vez de perderse entre los recuerdos del pasado, o los espejismos del futuro.

En definitiva, los acúfenos pueden producir ansiedad, y ésta a la vez, agravar el estado de salud auditiva del paciente. Además de adquirir buenos hábitos para controlar la ansiedad, es recomendable acudir al centro Ototech más cercano y pedir cita para realizar una revisión y poder tratar adecuadamente el problema de acúfenos.

Dr. Martinez-Monche
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