La hipoacusia es la disminución de la capacidad auditiva o sordera. Se trata de un trastorno sensorial que incapacita a la persona que lo padece para percibir determinados sonidos. Su importancia radica en que dificulta el lenguaje y, por tanto, la comunicación con el entorno.
1 de cada 300 niños nace con esta problemática y 1 de cada 1.000 lo hace con sordera en ambos oídos. Esto implica que, además de presentar un déficit en el lenguaje, estos niños sufran trastorno psicomotor o incluso alteración de la conducta.
Tipos de hipoacusia y sus características
Para diagnosticar la gravedad de la hipoacusia, hay diferentes aspectos a tener en cuenta. Estos son el momento en el que apareció, la localización de la lesión y el grado de disminución auditiva.
Así pues, se pueden distinguir diferentes tipos de hipoacusia:
Según en el momento de la vida en el que aparece la patología, se puede hablar de hipoacusia prelocutiva, si se desarrolla antes de que la persona haya aprendido a hablar; postlocutiva, si aparece después de que haya aprendido; o perilocutiva, durante el proceso de aprendizaje del lenguaje.
La tipología establecida según el lugar en el que se haya producido la lesión distingue entre hipoacusia de transmisión o de percepción. En la primera se ve afectada la parte mecánica del oído, esto es, el oído externo y medio. Tiene distinta etiología, como pueden ser otitis, esclerosis timpánica, traumatismo o malformaciones. El segundo tipo de hipoacusia según la localización de la lesión afecta bien al oído interno o bien al nervio auditivo, responsable de mandar las señales al cerebro. También existe la hipoacusia mixta, en la que el problema se detecta tanto en la transmisión como en la percepción.
La siguiente manera de clasificar los grados de hipoacusia está relacionada con la intensidad de la pérdida. De este modo, hay que distinguir entre deficiencia auditiva ligera, cuando la pérdida es de 20-40 dB, en la que no se escuchan bien las conversaciones lejanas o en lugares ruidosos. Si el déficit es de 40-70 dB, se habla de hipoacusia media, lo que dificulta al individuo participar en conversaciones. La pérdida auditiva severa, en la que se oyen solamente los diálogos muy altos a menos de 30 metros, presenta una disminución de 70-90 dB. Los casos de sordera profunda pueden percibir algunos sonidos del ambiente con una frecuencia muy alta y la pérdida de audición es superior a los 90 dB. En este momento hay que optar por el aprendizaje del lenguaje de signos o la lectura de los labios para poder comunicarse con el entorno.
Tratar la hipoacusia
Cuando existe un problema auditivo leve, el tratamiento para la hipoacusia puede solucionarse con audífonos, que aumentan la intensidad del sonido. Si el daño es mayor, habría que analizar si procede instaurar un implante .
Pero también existe la Terapia OTOTECH. Esta opción consiste en aplicar en la parte posterior del pabellón auditivo un impulso eléctrico de baja intensidad, que aumenta la temperatura de la zona y crea un estímulo metabólico que regenera las células afectadas y causantes de la pérdida auditiva.
Esta terapia tiene unos resultados inmejorables en la remisión o el tratamiento del acúfeno o ruido auditivo. También es efectiva en otros trastornos auditivos como la hipoacusia neurosensitiva y en los vértigos.
Además, el método presenta múltiples ventajas. Es una técnica indolora y libre de efectos secundarios, no requiere medicación, no es invasiva y no interfiere en la vida del paciente. Cabe destacar su efecto acumulativo. Esto es, una vez finalizado el tratamiento, este continúa haciendo su efecto.
Pide cita para tu diagnóstico y valoración en tu centro Ototech más cercano.
- Hipoacusia bilateral: a quién afecta - 18 abril, 2024
- Dolor de oídos por Covid Ómicron - 16 abril, 2024
- Pitido en el oído izquierdo, ¿a qué se debe? - 9 abril, 2024