El ruido es un importante agente de estrés auditivo y mental. Cuando estamos en entornos muy bulliciosos, tendemos a agotarnos con más facilidad y nos cuesta más concentrarnos. Además, diversos estudios han demostrado que existe una relación evidente entre el ruido y el bajo rendimiento escolar.
Cómo afecta el ruido en las escuelas
La contaminación acústica de las escuelas está muy por encima de los límites deseables para conseguir un entorno de confort auditivo. Esta circunstancia hace que los alumnos tengan más problemas de concentración y dificulta el aprendizaje.
La mayoría de los colegios situados en zonas urbanas padecen unos niveles de decibelios que pueden, además, llegar a ser dañinos. La exposición continuada a un sonido puede tener otro tipo de consecuencias como pérdida de audición o acúfenos.
El problema más importante es la cronificación del exceso de ruido, que es responsable del 80% de los problemas auditivos en niños y adolescentes. Además, este hecho es también un factor que influye de forma significativa en muchas alteraciones del comportamiento.
Fuentes de contaminación acústica en las escuelas
Dentro de las aulas, el exceso de ruido proviene de diferentes fuentes:
- Ruido procedente de agentes externos, como el tráfico, obras que se estén realizando en las inmediaciones de la escuela, etc.
- Ruido dentro de la propia escuela: tono de voz elevado, movimiento de sillas, etc.
- Ruido causado por la reverberación del sonido dentro del aula al hablar el profesor u otros alumnos. Una mala adecuación de las clases puede resultar muy perjudicial, tanto para el aprendizaje como para la salud auditiva de los estudiantes.
Consecuencias del exceso de ruido en la salud
El ruido es un contaminante invisible que afecta a la mayoría de las personas que habitan en áreas metropolitanas. El ritmo de vida actual nos ha hecho llegar a niveles que son intolerables para la salud.
Los niños y adolescentes son especialmente sensibles a las altas exposiciones acústicas, que pueden llegar a causarles serios problemas auditivos. Entre las principales consecuencias que produce el ruido para la salud, encontramos:
· Pérdida auditiva o hipoacusia. Convivir con un nivel de ruido superior a 80 dB puede dañar nuestras células auditivas y causar una seria pérdida de audición. Los golpes de ruido repentinos son una causa común de hipoacusia, pero la exposición crónica también lo es.
· Acúfenos. Ciertos sonidos y volúmenes pueden dañar la y producir acúfenos.
· Hipertensión arterial. El ruido produce vasoconstricción, lo que puede desencadenar problemas vasculares.
· Angina de pecho e infarto de miocardio. La activación de hormonas nerviosas puede llegar a producir serios problemas de salud cardiovascular.
· Ansiedad, estrés y depresión. El estrés producido por el ruido, junto con la falta de descanso y concentración pueden derivar en depresiones y otros trastornos psicológicos.
· Trastornos del sueño, que pueden producirse incluso a niveles bajos de exposición.
· Debilitamiento del sistema inmune. La falta de descanso, así como el aumento del estrés acaban debilitando nuestro sistema inmunitario.
Si pensamos en niños en edad escolar, a estos problemas se deben añadir las dificultades en el aprendizaje, con lo que el problema se vuelve más grave aún. Corregir los factores ambientales es fundamental para atajar las consecuencias negativas para la salud.
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