Los acúfenos son definidos por las personas que los sufren como un ruido, zumbido, silbido o timbre en el interior de sus oídos. El volumen, la intensidad, el tipo de ruido, etc. son factores que pueden variar. Puede producirse en uno o ambos oídos, y se produce con relativa frecuencia, siendo causa de consulta al especialista.
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Causas de los acúfenos
La etiología u origen de los acúfenos no es única. Existen múltiples causas que pueden generar la aparición del acúfeno, pero la más frecuente es, sin duda, la exposición al ruido. Las personas que trabajan en ambientes ruidosos como en las fábricas, en la construcción, los que trabajan con maquinaria pesada, etc. están expuestos a altos niveles de ruido ambiental. Los músicos y cualquier profesión que implique exponerse a ruido de forma prolongada pueden llegar a desarrollar acúfenos. En esas situaciones las células sensoriales asentadas en el oído interno quedan dañadas dejando de hacer su función y generando un ruido continuo que, en muchos casos, viene acompañado de una pérdida de audición o hipoacusia.
Otras de las causas más habituales que producen acúfenos son:
- Infección de oído o senos paranasales.
- Enfermedades de los vasos sanguíneos.
- Ototoxicidad: Reacción a ciertos medicamentos (existen más de 200 medicamentos que tienen este posible efecto adverso).
- Tumores cerebrales.
- Enfermedad de Ménière.
En ocasiones, cuando el afectado es de avanzada edad, el acúfeno o tinnitus puede señalar el inicio de una sordera. A menudo, los acúfenos no son síntoma de una enfermedad o problema de salud grave, pero sí se recomienda acudir a un especialista lo antes posible para evitar la evolución de la afección y empezar a dar el tratamiento más adecuado.
Dónde se origina el acúfeno
Al ser un síntoma que aparece en el oído se puede creer que su origen está en ese órgano. Sin embargo, se origina en las células cerebrales. Son circuitos cerebrales que recogen el sonido y transmiten esa información al cerebro. En la actualidad, se sigue investigando el mecanismo concreto por el que se producen. Por un lado, ante la pérdida de células ciliadas sensoriales, cambios en estas o interacciones anormales de los circuitos neuronales, el cerebro compensa el déficit con mayor sensibilidad produciendo, incluso, sonidos que no existen, como son los acúfenos.
Cómo prevenir los acúfenos
Una de las formas de prevención de los acúfenos o tinnitus es limitar la exposición a las fuentes de ruido. Puede hacerse de varias formas:
- Alejamiento de las fuentes de ruido.
- Bajar el volumen de la fuente de ruido.
- Usar protectores para los oídos como orejeras o tapones.
- Mantener limpios los oídos, pero con cuidado de no introducir ningún objeto para ello.
- Mantener una alimentación sana, evitar estimulantes como cafeína, el tabaco o el alcohol. Todos ellos empeoran la circulación sanguínea o son causantes de hipertensión.
Pasos a seguir si se padece de acúfenos
Si se comienza a padecer de tinnitus se debe acudir a a un especialista en otorrinolaringología. Este especialista comprobará, entre otras cosas, si se han producido una pérdida auditiva. Si el acúfeno ha aparecido por haber estado expuesto a un ruido intenso, con taponamiento o sin él, con mareos o vértigos, el médico determinará cuál es el tratamiento más adecuado. Se debe tener en cuenta que el 80 % de los acúfenos se deben a la exposición al ruido. Sin embargo, si es una exposición al ruido prolongada normalmente no hay pérdida auditiva y es más probable que el daño esté en el nervio auditivo o en las células ciliadas.
Si requiere de un diagnóstico y un tratamiento adecuados, pida cita en el centro especializado en tratamiento de acúfenos Ototech, pionero en la Transmastoidea para la curación de este trastorno auditivo.
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